La vistia oficial del president rwandès Paul Kagame a París, programada des de fa mesos, ha estat anul·lada. Segons sembla, per mor del temor a un cop d'estat a Rwanda.

Un grup de joves tutsi demòcrates rwandesos fan part de l'oposició a un règim dictatorial com el que exerceix Kagame.

Així es desprèn de les informacions desplegades per mitjans francesos recents.

"Por temor a un golpe de estado durante su estancia en la capital francesa, Paul Kagame habría anulado su visita a París prevista para el próximo marzo.

Según fuentes próximas al entorno del hombre fuerte de Kigali, acusado por la ONU de crímenes contra la humanidad y de guerra y de actos de genocidio en la RDC entre 1993 y 2003, Kagame estaría confrontado a un grupo de jóvenes tutsi demócratas próximos al general Kayumba Nyamwasa, jefe de filas de la oposición tutsi.

Por extraño que pueda parecer, existe en el seno del ejército ruandés y del FPR, una franja más o menos importante de oficiales que ya no soportan el régimen represivo y criminal de Paul Kagame. La visita del dictador ruandés a París había sido anunciada el 6 de enero por el semanario Jeune Afrique.

Uno puede preguntarse en nombre de qué ética diplomática y por qué intereses nacionales la patria de los derechos humanos, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, tomaría el riesgo de desenrollar la alfombra roja de acogida a un criminal responsable de haber planificado, organizado, ordenado y supervisado la masacre de más de 300.000 refugiados hutu y de 5 millones de ciudadanos congoleños. ¡Un criminal contra la humanidad disfrazado de jefe de estado respetable!

El presidente ruandés se ha vanagloriado a menudo de sus hazañas en la RDCongo. En sus discursos, Paul Kagame se ha lamentado de no haber exterminado todos los refugiados hutu de la RDC, prometiendo, sin embargo, terminar con ellos si se le presentara la ocasión. Kagame concluía así un discurso: “Hemos perseguido a los refugiados a fin de repatriarlos por la fuerza. Los que han aceptado la repatriación, los hemos reconducido a Ruanda. Los que debíamos matar los hemos matado. ¡Y punto!”.

La diplomacia francesa no puede pretender ignorar estas cosas. Se plantea una cuestión: ¿Puede permitirse un miembro del Consejo de Seguridad recibir a un criminal señalado en cuanto criminal por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU? La única decisión sabia a tomar por parte de la diplomacia francesa es la que se corresponde con los valores de la República y con los compromisos internacionales. Francia debe escuchar al pueblo ruandés. Francia debería anular la visita de Paul Kagame a su territorio. Francia no puede recibir a un jefe de estado extranjero acusado de genocidio. Antes al contrario, Francia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, tiene la obligación de que el Consejo adopte lo que el Informe Mapping señala con relación a las violaciones de los derechos del hombre y del derecho internacional humanitario cometidas por Kagame entre marzo de 1993 y junio de 2003 en la RDCongo.

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